El campus de la UFM se llena de nidos

Este nido fue reportado por Auri Crispín, de la Facultad de Derecho
Foto por Luis Pedro Mirón

En el campus de la Universidad Francisco Marroquín, mayo ha empezado con la temporada de nidos de aves en pleno auge.  El que ilustra esta nota se encuentra cerca de la Facultad de Derecho y es uno de los muchos que se hallan en edificios y árboles de la Universidad.

En esta temporada han llamado la atención, también, los pájaros carpinteros que usan como almacén para semillas los espacios que hay en las paredes de ladrillo.  Los más utilizados para ese fin son los que están en el Segundo piso del Edificio Académico entre Registro y Caja.

La preservación del bosque y de sus habitantes ha sido prioridad desde que el terreno del campus fue comprado por las autoridades de la UFM. Prueba de ello se observa en el diseño arquitectónico de los edificios de la universidad y en el 
Arboretum de la Universidad.

El campus de la UFM cuenta con remanentes de bosque montano primordialmente dominado por encinos.  Estos parches de bosque dentro de la ciudad merecen atención y conservación ya que cumplen un papel muy importante en la protección de especies de flora y fauna que están siendo amenazadas por la explosión demográfica en las partes montañosas de Guatemala incluyendo la metrópolis del valle central.

Es parte de la filosofía de la UFM, que «en una sociedad de personas libres y responsables, la conservación del medio ambiente se logra más eficientemente cuando los individuos protegen lo que les significa un interés inmediato. Por eso, la calidad del ambiente no es un asunto de leyes y regulaciones. Por el contrario, es un asunto de administrar los recursos con base en derechos de propiedad y actividad voluntaria».

Al referirse al campus de la UFM, el columnista Juan Luis Font escribió: «¿Ha visto lo que la diseñadora del jardín del campus central de la Universidad Marroquín consiguió hacer en la hondonada entre Vista Hermosa y Ciudad Vieja? Es una obra de arte*.»

Los bosques montanos ocupan un área pequeña en el neotrópico, y son importantes debido a que albergan una diversidad genética de plantas de uso forestal, ornamentales, medicinales y comestibles. Además se encuentran muchas especies endémicas, o sea particulares de una región.

Cada año, en diferentes meses, el campus de la UFM se llena de nidos de aves, de orquídeas, de hongos y de otras especies que atraen la atención de quienes estudian y trabajan aquí.

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