Una crítica común a la globalización es que sus costos no justifican las «camisetas baratas» que llegan a los Estados Unidos. Sin embargo, estas prendas no solo permiten a las familias estadounidenses optimizar sus presupuestos, sino que también representan una fuente de ingresos que funciona como un salvavidas, para millones de personas en situación de pobreza extrema en el mundo.
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Hanna Ko, graduada del Michael Polanyi College. Haz clic en la foto para ver el documental. Foto del Cato Institute.
Viajamos a una fábrica de ropa en Guatemala para contar algunas de las historias de estas personas y mostrar cómo la globalización ha sacado a más de mil millones de personas de la pobreza extrema desde el año 2000, dice el reportaje titulado «More Than Just a ‘Cheap T-Shirt’: Guatemala Textiles», presentado por Scott Lincicome y publicado por el Cato Institute. Este reportaje forma parte de la serie Faces of Globalization que explora el impacto de la globalización en distintas regiones del mundo.
En el reportaje, Hana Ko, hija del empresario Hermes Ko y graduada del Michael Polanyi College en la Universidad Francisco Marroquín comentó: «Mi padre estudió español en la International University of Korea, fue contratado por una empresa que tenía fábricas textiles en Centroamérica, viajó a Guatemala y le gustó tanto que decidió quedarse. Creo que vio la oportunidad para los negocios aquí».
A lo que Hermes Ko, añadió: «yo quería tener mi propio negocio y, como trabajaba en maquila, empecé esta empresa de venta de hilo, tanto reciclado como importado, para vender en el mercado doméstico».
En ese contexto, Mónica de Zelaya, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UFM explicó: «En Guatemala hemos visto muchos cambios, y uno de ellos es la transición de trabajos muy manuales a trabajos en los que se añade mucho valor. La mano de obra barata no es suficiente, porque el mundo actual necesita trabajo productivo».
El reportaje recopila los testimonios de varios trabajadores de maquilas que comparten sus experiencias en esa industria.
Betty Young Soon Um, exportadora de ropa destacó: «Cuando vemos una T-shirt, lo único que vemos es una pieza textil y alguna manipulación. Pero para llegar a ese punto se necesitan miles de personas. Todo lo que está relacionado con la producción de T-shirts crece constantemente».
«Si un negocio tiene éxito, surge la competencia y crecen los negocios complementarios; y para tener éxito, los negocios tienen que satisfacer a sus clientes; si lo hacen bien, crecen; y si crecen, todos los negocios a su alrededor crecen también», añadió la decana Zelaya.
«Soy empresario para mi familia y para las familias de mis empleados», comentó Hermes Ko.
Lejos de abandonar Guatemala, muchas personas pueden ganarse la vida aquí, gracias a una simple T-shirt y a las oportunidades que brinda la globalización. Felix Sosa, gerente de tienda resaltó: «este trabajo me ha ayudado mucho».
Finalmente, Jennifer, otra trabajadora de la industria, comentó: «En este trabajo he aprendido muchas cosas que nunca imaginé que podría aprender».
Contacto:
Facultad de Ciencias Económicas
economia@ufm.edu
Guatemala, 25 de febrero del 2025
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