«La idea de investigar sobre este asunto surgió de manera completamente inesperada. Una mañana, mientras hacía una visita guiada por el salón mayor de la Casa Popenoe, uno de los visitantes hizo referencia a la pose de varios de los personajes masculinos de la colección. Le llamó la atención la “postura napoleónica”, como se le conoce comúnmente al gesto de un caballero de pie o sentado, con una de las manos colocada dentro del chaleco o saco, a la altura del pecho», explica el curador de la Casa Popenoe, de la Universidad Francisco Marroquín, Martín Fernández-Ordóñez.
«Según el dato aportado por esta persona, podría tratarse de un símbolo masónico, lo cual me llamó sumamente la atención. De modo que fue a partir de este hecho como decidí indagar un poco más sobre este particular de la historia del arte, que muchos historiadores damos por sentado. Sin embargo, aunque hasta ahora en la literatura especializada no he encontrado referencia alguna respecto a una posible relación entre la mencionada postura y la secta masónica, descubrí un linaje sorprendente que nos lleva mucho tiempo atrás en la historia; incluso siglos antes del surgimiento del mismo Napoleón Bonaparte», añade el autor de «¿Qué tienen que ver (o no) el retrato de Napoleón Bonaparte y otros de personajes masculinos en la colección de la Casa Popenoe?».
En su artículo, Fernández-Ordóñez hace un recorrido por distintos géneros de la pintura en Occidente a través del tiempo; y se concentra en el género del retrato, que es muy abundante en las pinturas de la colección de la Casa Popenoe.
El curador de la Casa Popenoe explica que Arline Meyer, en su fascinante ensayo, expuso sobre los orígenes de la «postura napoleónica» en la historia del arte: «Esta colocación de las manos, identificada como un argumento de modestia, aparece primero en tratados de oratoria griega, que nos trasladan al siglo IV a. C. En este tipo de textos, se hablaba ampliamente sobre los gestos y expresiones que el orador debería adoptar, con el fin último de transmitir de forma clara un mensaje específico». También llamó la atención sobre aspectos prácticos como «el problema que representa para una persona pasar mucho tiempo en una misma postura, o cuando se busca la manera más eficiente de complementar un discurso cuando se utilizan las manos».
En su ensayo, Martín Fernández-Ordóñez explica que Napoleón I buscó un estilo auténtico francés que se separara del Renacimiento italiano; y que de ahí suergió lo que hoy conocemos como «estilo imperio».
En la Casa Popenoe, «algunos de los cuadros presentan al personaje de cuerpo entero o hasta la cintura, pero todos en interiores. Entre los retratos que presentan a un caballero con una mano “guardada” dentro del chaleco, a la altura del pecho, unos esconden la mano derecha y otros la mano izquierda. Al revisar otros retratos similares en la historia de la retratística europea, se observa que los caballeros retratados pueden presentar indistintamente una u otra de las manos escondidas, pero la que se observa con más frecuencia es la mano derecha», dice Fernández-Ordóñez.
Contacto:
Casa Popenoe
casapopenoe@ufm.edu
Guatemala, 24 de julio del 2023
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