Hace poco hubo un evento singular en el campus de la Universidad Francisco Marroquín. Sobre este, el profesor Alejandro Viau indicó lo siguiente: «en el segundo semestre, las catapultas se han vuelto una tradición para los estudiantes de primer año de la carrera Ingeniería Empresarial, puesto que, en Proyecto de Ingeniería Empresarial, ponen en práctica lo aprendido en Física I». Durante este curso de la Facultad de Ciencias Económicas, de la UFM, los estudiantes aprenden a investigar, usar herramientas y construir objetos. Además, pueden aplicar los conceptos físicos básicos, como tiro parabólico, conservación de la energía y las leyes de Newton, entre otros.
Sobre la actividad, que se celebró el 14 de agosto del 2024, el ingeniero Viau comentó también que «la competencia de catapultas se realiza en el Jardín Manuel F. Ayau, donde tríos de estudiantes deben poner a prueba la catapulta que construyeron y lanzar un proyectil —una pelota de tenis— lo más lejos posible. Las distancias obtenidas de sus tres tiros se suman al final». La catapulta no puede medir más de 50 x 50 x 50 cm y debe tener un mecanismo para almacenar la energía y para liberarla en el momento deseado.
Según los alumnos, el proyecto es un reto y fomenta la competencia sana entre grupos; ya que, al ver los resultados de sus compañeros, se motivan a lanzar el proyectil más lejos, haciendo constantes modificaciones y ajustes, previo al día de la competencia. El estudiante Carmelo Sarceño, del proyecto Fénix, comentó que su equipo —integrado por José David Coyote y Astrid González— hizo un promedio de diecinueve metros por tiro, lo que superó la meta asignada de treinta metros totales: «Superamos las expectativas y al principio tuvimos que cambiar el prototipo contra el tiempo. La verdad es que salió mejor de lo que esperábamos». Por otro lado, Astrid González explicó que su aprendizaje consistió en que hay que permanecer constantes en el objetivo, a pesar de las dificultades, y reafirmó el valor del trabajo en equipo. Por su parte, José David Coyote les recomendó a los estudiantes que participen en este tipo de retos, que sean creativos y que, si no les funciona algo, prueben otra cosa.
Del equipo Fusion, Alexia Castillo explicó que hay que usar el ingenio y saber trabajar bajo presión. Christian Ricica, miembro del equipo, comentó que, en cada tiro alcanzaron 25 metros, y, por su parte, Sofía López dijo que el mayor reto fue hacer que el ángulo estuviera fijo, y lo solucionaron con una bisagra. Los tres coincidieron en que la paciencia es importante para estos retos, como también la confianza en los otros miembros del equipo y adaptarse a los constantes cambios.
El proyecto es un primer acercamiento de los alumnos de Ingeniería Empresarial al trabajo cooperativo en el taller de innovación Joseph Schumpeter, donde pasan horas diseñando, construyendo y ajustando sus proyectos. También aprenden a documentar el progreso de sus trabajos, éxitos y fracasos, así como la colaboración en equipo.
@elamigodelamarro Hace poco hubo un evento singular en el campus de la Universidad Francisco Marroquín. Sobre este, el profesor Alejandro Viau indicó lo siguiente: «en el segundo semestre, las catapultas se han vuelto una tradición para los estudiantes de primer año de la carrera Ingeniería Empresarial, puesto que, en Proyecto de Ingeniería Empresarial, ponen en práctica lo aprendido en Física I». Durante este curso de la Facultad de Ciencias Económicas, de la UFM, los estudiantes aprenden a investigar, usar herramientas y construir objetos #ingenieriaempresarial #catapultas #ingenio #fisica #ufm #universidadfranciscomarroquin #elamigodelamarro #estudiantes @Facultad Ciencias Económicas
Contacto:
Facultad de Ciencias Económicas
economia@ufm.edu
Guatemala, 9 de septiembre del 2024
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