Margarita de Urrea, Astrid Ayala, Wenceslao Giménez-Bonet y Ricardo Castillo A. durante la sesión |
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Con el objetivo de dar seguimiento a la sesión del pasado 22 de abril, con relación al centro de ética de laUniversidad Francisco Marroquín, un grupo de directivos y profesores de esta casa de estudios se reunió para analizar y discutir las propuestas de ética de David Hume, Immauel Kant, y John Stuart Mill, con base en textos usados en el curso de Teorías Eticas, por Moris Polanco.
David Hume (1711-1776) propuso que el estudio de las valoraciones morales de un individuo revela que los actos socialmente útiles son aprobados, mientras que los que son perjudiciales para la sociedad son desaprobados. Y a partir de esto argumenta que, dado que generalmente juzgamos a los actos por su conformidad con a utilidad social, más que por las preferencias personales inmediatas, existe una fuerte probabilidad de que la imparcialidad prevalecerá cuando emitamos juicios morales.
Emmanuel Kant (1724-1804) usa el examen de la consistencia como el principal para la ley moral fundamental, que él denomina el imperativo categórico: correctas son aquellas acciones que se conforman a los principios que uno puede desear consistentemente que sean los principios aplicables a todos, y erróneas son aquellas acciones que se basan en máximas que una criatura racional no podría desear que todas las personas siguieran.
En el sistema ético de John Stuart Mill (1806-1873) las sanciones van enraizadas en el motivo hedonista, esto es, las reglas morales son reconocidas y obedecidas en virtud de la anticipación de placeres o de dolores.
A esta discusión, que se celebró el miércoles 19 de mayo de 2004, asistieron Ramiro Alfaro, Astrid Ayala, Ricardo Castillo, Armando de la Torre, Amable Sánchez, Walter López, Wenceslao Giménez-Bonet, Lissa Hanckel, Augusto Hurtarte, María Luisa de Padilla, Rozzanna Pappa, , María Teresa Pivaral, Andrea Tunarosa , Margarita de Urrea y Luis Figueroa.
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