Una vez anfitrión, siempre anfitrión

El corazón de la Casa de la Libertad latió con más fuerza el 27 de marzo del 2025, cuando los pasillos de la Universidad Francisco Marroquín se llenaron de recuerdos y abrazos, con el espíritu anfitriónico que nunca se apaga.

Los anfitriones en el Jardín Manuel F. Ayau. Foto por Cristina Hernández.

«El reencuentro de anfitriones egresados fue una velada emotiva y llena de historias, que demostró que, sin importar el año en que se haya vivido la experiencia, todos seguimos unidos con nuestra alma mater», dijo Cristina Hernández, subcoordinadora del equipo de anfitriones de la UFM.

«Los anfitriones de la Universidad Francisco Marroquín son estudiantes voluntarios y exalumnos que representan a la UFM en eventos académicos y culturales. Son el rostro de bienvenida de la universidad, el apoyo constante detrás de cada actividad y un grupo que encarna los valores de libertad, responsabilidad, respeto y excelencia. Ser anfitrión no se trata solo de colaborar, sino de formar comunidad, aprender a servir y crecer como persona y profesional», explicó Cristina.

Se encontraron anfitriones de distintas promociones. Foto por Cristina Hernández.

«Uno de los símbolos más especiales del equipo es el “alma” del anfitrión, nombre que se le da al gafete con el que cada integrante participa en los eventos. Más que una identificación, representa un compromiso personal con el espíritu del grupo. Esa “alma” se entrega al inicio de la primera actividad —como un rito de bienvenida— y también al graduarse, como un cierre simbólico del camino recorrido. En esta ocasión, se entregó un “alma” con diseño conmemorativo exclusivo para los asistentes al evento», agregó la subcoordinadora.

El día de la celebración, la coordinadora Wendy Borrayo, y las subcoordinadoras Cristina Hernández y Annie García dieron la bienvenida, seguida por un mensaje inspirador de Mayra Ramírez, fundadora del equipo, quien recordó que ser anfitrión es una vivencia que deja huella para siempre. Su liderazgo ha sido clave en la formación de generaciones que aprendieron a trabajar con pasión, responsabilidad y alegría. Mayra Ramírez recordó que el equipo se formó gracias al liderazgo del entonces rector, Giancarlo Ibárgüen S.

Uno de los momentos más significativos fue anfi-stories, una dinámica tipo speed dating donde los asistentes compartieron sus historias más memorables: desde momentos graciosos hasta cómo ser anfitrión impactó en su desarrollo personal y profesional. Las risas, emociones y conexiones se sintieron tan vivas como si el tiempo no hubiera pasado.

A la actividad asistieron el primer anfitrión del equipo, Alejandro Quinteros, y miembros de diferentes generaciones de anfitriones, desde el 2002 hasta el 2024. Durante la cena, hubo premios a las historias más anfitrionas y se celebró, con humor y emoción, a quienes hicieron del servicio una experiencia inolvidable.

«El ambiente fue cálido, festivo y lleno de gratitud por lo vivido», comentó Cristina Hernández.

«Con el lema “Una vez anfitrión, siempre anfitrión”, cerramos la noche con un espacio para dejar consejos valiosos a los anfitriones activos, escritos por quienes ya vivieron esta etapa y siguen llevando el alma bien puesta. Finalmente, nos reunimos todos para una foto grupal: testimonio de que el legado sigue vivo… y más fuerte que nunca», concluyó la subcoordinadora.

Contacto:
Anfitriones
anfitriones@ufm.edu

Guatemala, 3 de abril del 2025