Gabriel Calzada, rector de la UFM, en el Jardín Manuel F. Ayau.
Seeing is Believing: A Classical-liberal University in Guatemala es el título de la primera entrega de un reportaje sobre la Universidad Francisco Marroquín, escrito por Jay Nordlinger y publicado en la revista National Review.
En esa primera parte, el autor hizo alusión a la calidad académica en la UFM, a su localización en un ambiente natural, al hecho de que hay un Centro Henry Hazlitt y un auditorim Milton Friedman y una Plaza Adam Smith, así como estacionamientos con los nombres de algunos miembros de la Escuela de Salamanca. Notó que hay murales que recuerdan a Hannah Arendt, Lato-tse, y a Booker T. Washington, una escultura llamada Atlas (como en La rebelión) y una escultura que representa al mercado. También un programa llamado Spark, que impulsa la empresarialidad y la libertad de elegir.
La segunda entrega se llama The Making of Classical Liberals y en ella Nordlinger destaca que en la UFM hay un aula dedicada a George Gilder y otra dedicada a Bruno Leoni; y a la coincidencia de que, en esta última, el día que la visitó el autor, estaba ofreciendo una conferencia Alberto Mingardi, director ejecutivo del Instituto Bruno Leoni, de Turín, Italia.
Nordlinger relata que en la Biblioteca Ludwig von Mises conoció la enciclopedia de Diderot y D´alambert y vio la foto de Jimmy Wales, el fundador de la Wikipedia, en la misma sala de colecciones especiales, hojeando la primera enciclopedia.
En esta entrega, Nordlinger le dedica varios párrafos al rector de la UFM, Gabriel Calzada.
La tercera parte se titula Where students are told, “You don’t have to be a victim” y en ella el autor hace un relato de la influencia que las ideas de la Universidad Francisco Marroquín han tenido en Guatemala. No sólo en cuanto al ambiente de libertad en general, sino en cuanto al respeto de los contratos en particular y, en especial, en cuanto a la liberalización de las telecomunicaciones.
Aunque otras universidades de Guatemala y del resto de América Central no les guste la UFM, la respetan. La UFM ha sido llamada «ll Harvard de América Central», dice Nordlinger.
En esta entrega, Nordlinger cita al presidente del Comité de fiduciarios, Guy Wyld; y al vicerrector de la UFM, Javier Fernández-Lasquetty. También a Carla de Hess directora del Centro de Excelencia y del programa Spark.
En la cuarta y última entrega, titulada The Passion and Compassion of the Classical Liberals, Jay Nordlinger les cuenta a sus lectores acerca de la aventura de aprender.
Durante su visita a la UFM, Norlinger conoció a Danilo Maldonado, El Sexto, mientras el grafitero cubano pintaba un grafiti en el campus.
Nordlinger contrasta las universidades políticamente correctas en los Estados Unidos de América, con la libertad que hay en la Universidad Francisco Marroquín donde no hay tema que no pueda ser abordado y discutido; y concluye: Me gustaría inscribirme en la UFM.
Contacto:
Gabriel Calzada
Rector
rectoría@ufm.edu
Guatemala, 11 de abril de 2016.
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