Las condiciones en que se desarrollan los emprendedores se volvieron más complejas durante la pandemia, ya que siete de cada diez guatemaltecos han visto reducidos sus ingresos. La pandemia agarró al país con muchas tareas pendientes; y si bien para un emprendedor en Guatemala ya era complejo llegar a hacer negocios en las condiciones previas al COVID, una vez este vino generó desafíos y restricciones adicionales a las que ya estaba enfrentando, explicó David Casasola, durante la presentación del décimo Reporte Nacional de Emprendimiento para Guatemala, realizado por el Centro de Emprendimiento Kirzner, de la Universidad Francisco Marroquín.
La decana de la Facultad de Ciencias Económicas, Mónica de Zelaya, agregó que las restricciones limitaron las capacidades de los emprendedores, en especial, la movilidad que necesitan para mantener su negocio vivo, activo y estable. El 55 por ciento de los entrevistados dijo conocer a más de cinco personas que cerraron sus negocios por la COVID-19. Aparte uno de cada tres emprendedores ha aumentado las expectativas de crecimiento del negocio, y siete de cada diez entrevistados considera que ahora es más difícil iniciar un negocio.
Durante la presentación se conocieron algunos datos de la encuesta, realizada entre septiembre y octubre, para el emprendimiento en Guatemala para 2020-2021.
Se conoció, por ejemplo, que en Guatemala las fuentes de financiamiento para los negocios nuevos son escasas. Las fuentes más identificadas como accesibles fueron inversionistas informales como -familiares y amigos- y el financiamiento bancario. Según la encuesta para emprendedores, el 58% de ellos aporta el 100% de la inversión inicial para arrancar su negocio y únicamente el 7% obtiene recursos de instituciones financieras. Por lo tanto, todavía existe espacio para innovar en el desarrollo de productos financieros que se ajusten a las necesidades de los emprendedores identificados en el estudio.
En los últimos siete años el déficit de empleo formal en Guatemala ha aumentado en un millón de plazas de trabajo. Por lo tanto, emprender un negocio ha dejado de ser una decisión pasajera para generar ingresos y se ha convertido en una apuesta permanente, dijo la decana, Mónica de Zelaya. El reporte indicó que del total de personas que aportan la mayoría de los ingresos para sus hogares, el 53.3% los generaba emprendiendo un negocio.
En Guatemala los pequeños negocios aportan el 53% de los ingresos en los hogares; y seis de cada diez emprendimientos empiezan con una inversión menor a los Q10 mil, dieron a conocer los representantes de GEM.
- Emprendedores reportan impacto en sus ingresos por COVID-19.
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Mayoría de emprendimientos en Guatemala nace por financiamiento de familiares.
- Surgen nuevos emprendimientos.
Contacto:
Global Entrepreneurship Monitor/UFM
gem@ufm.edu
Guatemala, 18 de noviembre de 2020
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