Un desafío de comer zompopos de mayo se llevó a cabo durante el Seminario de Administración, dirigido por Carla de Hess, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín.
«El objetivo era iniciar una conversación sobre las propiedades alimenticias de insectos y carne de laboratorio», explicó la docente.
El reto consistió en comer la mayor cantidad de Atta cephalotes en quince segundos; hubo un premio en efectivo que se obtuvo de aportaciones de profesores y estudiantes. El ganador fue José Echeverría, estudiante de Comercio y Relaciones Internacionales. Sobre ello, el vencedor del reto dijo: «Los zompopos de mayo no saben nada mal; me metí al concurso por el premio y los volvería a comer si es para una competencia, pero, por gusto, no».
Por su parte, Marcela De León, estudiante de Administración de Empresas, explicó que «los zompopos me encantan y se parecen mucho a los chapulines, que ya he probado. Saben a poporopos tostados y son un buen snack». Finalmente, David Castro, alumno de Economía, comentó: «pensaba que los zompopos de mayo sabían mal; pero no, saben rico. Me metí al concurso por curiosidad».
Antes de comenzar el reto, Luis Figueroa, profesor de Ética de la Libertad, en el Centro Henry Hazlitt, recomendó asar y comer solo el abdomen de los zompopos y evitar la cabeza, el tórax y otras partes, porque es más agradable el sabor. También aconsejó comer unos pocos esparcidos sobre guacamol o frijoles volteados en tortillas o pan.
Contacto:
Facultad de Ciencias Económicas
economia@ufm.edu
Guatemala, 27 de junio del 2024
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